Mi mayor miedo ¿A alguien le pasa igual? Blog Con Alma de Mujer.
A veces la miro y pienso, cómo puede ese cuerpo pequeñito haberle dado vida a 9 hijos…eso es mucho más que amor, es Dios manifestándose.
Inevitablemente comienzan a bajar las lágrimas por mi rostro, porque en estos días próximos al 15 de agosto me domina la nostalgia y es algo tan tonto tal vez, pero tan humano…es miedo a perderla. Un miedo que me ha acompañado todo el tiempo y del que hasta ahora escribo…y es que yo puedo verme sin cualquier persona en esta vida, pero sin mami, sin mi postrerita…eso me parte el alma de solo pensarlo.
Me parte el alma el solo hecho de ponerme en el lugar de aquellas que pasarán su primer Día de la Madre en ausencia de ella, de aquellas que no tuvieron tiempo de despedirse, que ese hilo les fue cortado de manera drástica, me dominan las lágrimas por aquellas que cada día de la madre aunque hayan pasado cinco, diez, veinte o más años de la partida de su madre, en estas fechas la siguen llorando porque es un dolor que no se supera…y sé que al final de cuentas ese dolor no es más que el reflejo de mi miedo.
¿Cómo es o fue su madre? La mía es la más dulce y amorosa, es gritona y regañona…y me gusta tanto, qué me regañe, que a veces siga pensando que yo tengo aun cinco años…y me gusta tanto que me abrace, que me bese…que me diga que me ama y guardo, trato de tatuarme cada uno de esos momentos, para que sean tantos que nunca me falten, que la ausencia nunca me gane.
A veces simplemente la extraño, pienso en ella, tomo mi teléfono y le digo lo mucho que la amo y en un impulso me voy hasta su hogarcito en busca de ese abrazo, un abrazo que encierra un amor incapaz de juzgar, sus palabras han sido siempre tan amorosas, aun cuando muchas veces haya ido contra sus propios principios.
No hay nada que me haga sentir más orgullosa en esta vida que me digan…¡Cómo se parece usted a su mamá! Ese de verdad es un deleite a mis oídos, es un alimento para mi alma.
Estoy tan agradecida con Dios por tenerla y le pido de corazón que me la preste muchos años más y que esos años se conviertan en calidad, en besos, en abrazos, en mirarnos a los ojos.
¡Gracias mami! Solo puedo darle gracias…por tanto haber perdonado…por tanto haber amado.
Eres ese amor que no se acaba ni con la muerte, ni con el dolor…un amor que no se sustituye, no pasa, no se cambia.
Quien escribe, Yuri Fallas.
Programa Con Alma de Mujer…pronto Cabletica TV.