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1.186 familias de 12 territorios indígenas recibieron casas diseñadas según sus tradiciones en los últimos cuatro años.

Redacción / Aguas Buenas de Platanares, Pérez Zeledón.

Nacionales. Durante llos últimos cuatro años el Banco Hipotecario de la Vivienda (BANHVI) financió la construcción de 1.186 casas en 12 territorios indígenas del país, en las cuales fueron invertidos ȼ15.398,8 millones de recursos del bono familiar de vivienda.

Las casas fueron desarrolladas en beneficio de familias residentes en comunidades indígenas en los cantones de Matina, Talamanca, Limón, Siquirres, Turrialba, Coto Brus, Buenos Aires, Corredores, Osa y Golfito.

En concordancia con la cultura, cosmovisión y tradiciones, así como con la topografía y clima, el material seleccionado para la mayoría de las construcciones de las casas fue la madera, la cual previamente fue certificada y tratada para hacerla más durable a las condiciones ambientales.

Las viviendas están asentadas sobre pilotes y según la preferencia de la familia, fueron construidas en uno o dos niveles. La cantidad de cuartos (dos o tres) responde al número de integrantes del núcleo familiar.

Respecto a la tipología constructiva, la ministra de Vivienda y Asentamientos Humanos, Irene Campos Gómez, indicó que los diseños permiten a sus ocupantes disfrutar de casas frescas y ambientes propios de su cultura. Además, el uso de pilotes reduce el movimiento de tierras y minimiza la afectación en caso de inundaciones.

En comunidades de difícil acceso, el BANHVI financió la instalación de un panel solar en cada casa, para proporcionar a las familias iluminación durante las noches y la posibilidad de conectar electrodomésticos para facilitar las tareas hogareñas.

Un bajo porcentaje de familias, decidieron y así lo comunicaron, optar por la construcción de sus casas con paneles y columnas de concreto prefabricado, un diseño que por lo general es empleado en comunidades de fácil acceso y cercanas a centros importantes de población.

Para Claudia Dobles, Primera Dama de la República, es de gran importancia que en la construcción de nuevos proyectos habitacionales se utilicen diseños y materiales apropiados para el entorno, entre ellos madera.

 
«Me llena de gran satisfacción que se trate de proyectos que consideren la topografía y las condiciones ambientales para elegir los materiales y que tengan en cuenta la cosmovisión y las tradiciones de las familias», agregó Dobles. 

“El respeto a las costumbres y tradiciones de los pueblos indígenas es una señal clara de un Estado e institucionalidad respetuosa de las diversas culturas originarias”, dijo el viceministro de la Presidencia de Asuntos Políticos y Diálogo Ciudadano, Randall Otárola.

El programa de vivienda indígena del BANHVI también otorgó techo propio y seguro a 182 familias, de La Casona y otras 27 de San Vito, ambas comunidades dentro del territorio indígena de Coto Brus.

Prioridad institucional. El gerente general del BANHVI, Dagoberto Hidalgo, resaltó que “el dotar de vivienda digna a los pueblos originarios, aún las situadas en zonas de difícil acceso, ha sido una prioridad para la institución y permitió en los últimos 4 años, la atención de 1.186 familias en 12 territorios”.

Otro aspecto destacado por el gerente del BANHVI fue la generación de más de 4.000 empleos directos e indirectos, muchos de los cuales fueron mano de las propias comunidades, para hacer posible la edificación de 50 mil metros cuadrados de construcción, en los territorios indígenas del país.

La ubicación y dificultad de acceso a algunos de los caseríos donde fueron construidas las casas ameritó el traslado de los materiales en lomo de caballos, embarcaciones a través de ríos, cuadraciclos y mediante cuadrillas de trabajadores por senderos o trochas en las montañas hasta el sitio de la construcción.

Diferentes grupos indígenas. Las 1.186 soluciones de vivienda beneficiaron a diferentes etnias, o grupos culturales indígenas residentes en diferentes caseríos y poblados, en 12 territorios indígenas del país, ubicados en la región Caribe y la zona sur del país.

En la región Caribe. La inversión efectuada superó los ȼ8.193 millones e impactó directamente en la calidad de vida de 645 familias. La mayor cantidad de casas fueron edificadas en el Talamanca Bribri, con un total de 322 y luego Tayní, con 124 familias beneficiadas, el primero ubicado en el cantón de Talamanca y el segundo en Valle La Estrella de Limón. 

En el Talamanca Cabécar fueron construidas 59 casas, mientras que en Alto Chirripó fueron 101 las viviendas, distribuidas en caseríos pertenecientes a Turrialba y Carrandí de Matina, Limón, y 39 más en Bajo Chirripó, en Matina.

En la zona sur del país. Se edificaron viviendas por medio del bono para 541 familias, en las que se invirtieron ȼ7.204 millones. En esta región, el subsidio habitacional facilitó la construcción de casa nueva a 154 familias del Territorio de Comte Burica, ubicado entre Corredores y Golfito.

El programa de vivienda indígena del BANHVI también otorgó techo propio y seguro a 182 familias, de La Casona y otras 27 de San Vito, ambas comunidades dentro del territorio indígena de Coto Brus.

También recibieron financiamiento para un techo digno 138 familias de Salitre, 16 de Rey Curré y 14 más en Boruca, los tres, ubicados en Buenos Aires de Puntarenas; y finalmente 10 en Alto de Laguna, en Osa.

La construcción de todas las viviendas fue realizada en el terreno otorgado a cada familia dentro del territorio por parte de la Asociación de Desarrollo Indígena del lugar.  

El desarrollo de los proyectos en los territorios indígenas fue producto del trabajo colaborativo entre el BANHVI, el Ministerio de Vivienda y Asentamientos Humanos, el Fondo de Desarrollo Social y Asignaciones Familiares (FODESAF), las entidades autorizadas, desarrolladores y las Asociaciones de Desarrollo Integral de los diferentes territorios indígenas.

Yuri Fallas A.

Comunicadora generaleña desde el año 2012, co directora de PZ Actual, corresponsal de Canal 7.

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